LUCAS VIDAL
Lucas Vidal nace en Madrid en 1984 en el seno de una familia indisolublemente unida a la música. Su abuelo paterno, José Manuel Vidal Zapater, fundaría HISPAVOX en 1953, compañía discográfica española de proyección mundial en la que verían despegar sus carreras artistas de la época de la talla de Raphael, Karina o Los Pekenikes. De la parte materna le vendrá su amor por el ballet. Sus primos Yury, Zenayda y Nadia Yanowsky son figuras de renombre internacional en esta disciplina en las Compañías de Ballet de Boston, Londres y Wellington, respectivamente. Estos cimientos hacen aflorar una pasión innata por la música desde la más tierna edad.
Así, a los tres años empieza a tocar el piano, a los siete la flauta travesera y a los diez comienza a quitarle el volumen a películas como ‘Cinema Paradiso’, soñando con los sostenidos y bemoles que él mismo les pondría. La banda sonora de su adolescencia estaría marcada por Ennio Morricone y John Williams, los dos grandes astros que irán marcando su camino. A la edad de 15 años, Lucas Vidal solicita una plaza en Berklee College of Music (Boston) para acudir a un campamento estival de composición musical. Esas cinco semanas son suficientes para tomar una decisión vital: luchará por su sueño de convertirse en compositor de bandas sonoras de Hollywood.
Su gran talento no pasa inadvertido para el personal directivo de Berklee, el centro más prestigioso de composición de bandas sonoras a nivel mundial. Por ello, le ofrecen a Lucas Vidal, a punto de cumplir los 18 años, una beca para cursar la doble titulación de Música para Cine y Composición. Consciente de la gran oportunidad que se le brinda, exprime al máximo los 4 años en Boston. Esta educación de élite, su enorme talento e infatigable dedicación le llevarán a convertirse en el estudiante más joven de la historia del centro en componer y grabar una banda sonora orquestal para su primera película ‘Cathedral Pines’ y a recibir los dos premios más importantes de composición musical de la institución educativa.
Tras su triunfal paso por Boston, donde obtiene su doble titulación con mención ‘Magna Cum Laude’, Lucas Vidal se traslada a Nueva York para seguir ampliando su extraordinaria formación en la prestigiosa Julliard School, donde se formaron artistas de la talla de John Williams y Miles Davis. Allí, atiende las clases de genios musicales como Richard Danielpour.
En 2009, da el salto definitivo a la ciudad de Los Ángeles, instalándose en un pequeño estudio desde el que divisa las colinas de Hollywood. Son años de extraordinaria constancia en los que se va abriendo paso, hasta que un día de 2012 le llega la oportunidad soñada: componer la banda sonora de ‘‘Fast and Furious 6’. Tras esta superproducción con 28 años, su ascenso meteórico será ya imparable. Se suceden películas de éxito en las que colaborará con actores de la talla de Bruce Willis, Sigourney Weaver o John Cusack y en 2016 será galardonado con un Emmy por la composición del tema musical de la cadena ESPN para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Lejos de sentarse a disfrutar de los éxitos cosechados, Lucas Vidal sale inmediatamente de su zona de confort para plantearse nuevos retos. Tras conquistar la cima del Monte Olimpo en Hollywood, siente un gran deseo de volver a sus raíces y abrirse un hueco en su mercado español.
Siguiendo su máxima de perseguir sus sueños con esfuerzo y sacrificio, Lucas Vidal comenzará una etapa a caballo entre Madrid y Los Ángeles, que culminará en 2016 con la llegada de dos Goyas por el tema principal del largometraje ‘Palmeras en la nieve’ junto a Pablo Alborán y por la banda sonora del film ‘Nadie quiere la noche’, respectivamente.
Tras la ansiada consagración en el mercado español, su pulsión irrefrenable de crecimiento como compositor le llevará a explorar territorios aún vírgenes para él: el ámbito de la producción musical y el mundo de la música electrónica orquestal. En el ámbito de la producción, en el que es autodidacta, realizará colaboraciones con Amaia Montero o Antonio Orozco, mezclará los grandes éxitos del afamado Raphael en su proyecto ‘Resinphónico’ (2018), y se hará cargo de la música de series de Netflix como ‘Érase una vez…pero ya no’ (2022) ‘Bienvenidos a Edén’ (2022) o ‘Paraíso’ (2022).
En cuanto al terreno de la música electrónica orquestal, en septiembre de 2020 lanzará con éxito su primer álbum (‘Karma’ – Universal Music), en el que funde los dos géneros musicales con enorme maestría y elegancia. Después se pondrá a trabajar en su segundo disco, que seguirá la línea del primero para continuar con el desafío de posicionar la música clásica en el mundo de la electrónica y viceversa.
Comunicación: Impactarte